Un día con la UME

Ayer tuve la suerte de asistir como invitado a la celebración del día de la familia de la Unidad Militar de Emergencias. Un tiempo que aproveché para ver todos los materiales de los que dispone esta unidad y también para poder compartir experiencias con el gran equipo humano que compone el BIEM I con base en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Autobombra forestal IVECO con 4.000 litros de capacidad

La Unidad Militar de Emergencias (UME) se fundó en el año 2006 como una división del ejército dedicada en exclusividad al trabajo en situaciones extremas de emergencias, ya sean provocadas por terremotos, incendios forestales, nevadas o inundaciones. Y es esto el mayor valor de los soldados que trabajan en esta parte de las fuerzas armadas, ya que su preparación y formación es constante para poder desarrollar sus tareas en situaciones límite con la mayor diligencia posible.

Puesto de Mando desplegable de la UME para el control y coordinación

La UME se ha ganado su prestigio en trabajos como el que realizaron en los mayores incendios forestales que hemos sufrido en España durante los últimos años, y en el ámbito internacional como la actuación en el terremoto que asoló México en 2017. Esto no ha pasado desapercibido en el Gobierno que ha hecho fuertes inversiones en material y equipos durante los últimos años.

Hablando de los incendios forestales, se puede ver que la UME es un medio de gran apoyo que rápidamente puede movilizar a más de 30 personas de primera intervención y 25.000 litros de agua para cualquier situación, además de contar con personal suficiente para hacer largos relevos durante un tiempo prolongado.

Aunque es común ver a la UME en televisión trabajando en las emergencias a las que acuden, quizás sea unos medios más desaprovechados de los que disponemos. Y es que, en el caso de los incendios forestales, es necesario que se active un nivel 2 de peligrosidad para poder movilizarlos, cosa que no suele ocurrir, y muchas veces ni aun con un nivel 2 se movilizan por el elevado coste que supone su desplazamiento.

No es una opinión solo mía, también de gran parte de los integrantes que ven como ocurren episodios de incendios forestales por toda España y no les permiten actuar. Y es que su gran motivación es la de ayudar en todo lo posible y muchas veces se tienen que quedar de brazos cruzados.

Exhibición de las autobombas y los sistemas de Mangueras

Creo que en la «nueva normalidad» de incendios forestales que nos encontramos, la situación de estos militares quizás debería cambiar y ser mejor aprovechados, facilitando su salida por proximidad a ciertos incendios o incluyéndolos en el ámbito de la Protección Civil. Son temas para reflexionar de cara a optimizar los recursos de emergencia y, sobre todo, realizar la mejor labor antiincendios posible.

P.D.: Estando en la base de Torrejón, no me pude resistir a echar un ojo a las Focas del Aire. ¡Apaga y Vámonos!

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