Por tristes motivos, estas últimas semanas han estado en todos los noticiarios los operarios de emergencia que intentaban sacar sin descanso al pequeño caído en un pozo en Málaga. Desde ese momento, no han parado de llover adjetivos de asombro y de emoción hacia estos medios, compuestos por la Unidad de Salvamento Minero, la Guardia Civil, el Cuerpo de Bomberos de Málaga, Protección Civil y demás personal del 112 de Andalucía. Todo esto me ha hecho reflexionar sobre el trato que damos, como sociedad, al personal de extinción.
