La temporada alta ha terminado y hemos llegado al peor mes de todos, Octubre. El peor mes porque parecen que los incendios desaparecen, los recuerdos de las imágenes vividas en verano también y ya no importan las personas que se la han jugado durante todo el año, siendo despedidos la gran mayoría.

Por suerte, las lluvias han aparecido en casi todo el país, mitigando los efectos de la sequía que llevábamos sufriendo varios meses y aumentando la humedad relativa de la vegetación, por lo que estamos ante un mes sin incendios forestales de gran importancia o magnitud en España.
Este mes, las zonas más afectadas por el fuego se encontraban en el norte de la Península, destacando Asturias y Cantabria como las comunidades autónomas más perjudicadas. En Cantabria, los incendios forestales mas importantes fueron los que afectaron a Guriezo, Lanchares (Campoo de Yuso) y Mata de Hoz (Valdeolea), todos ellos provocados. Y es que la cultura del fuego sigue muy presente en el norte de España y parece que es difícil cambiar esta situación.
En el ámbito internacional impresiona la situación (como todos los años por estas fechas) de California y es que la situación se vuelve extrema cuando los vientos de Santa Ana y del Diablo aparecen, destaca el Kincade Fire con sus 31.500 hectáreas afectadas y los 200.000 desalojados que dejó.